martes, 26 de octubre de 2010

Conversando sobre Templadismo en Radio 3

Mañana miércoles 27 de octubre estaremos conversando sobre Templadismo y los nuevos cantores que vienen proyectándose desde Uruguay, Brasil y Argentina, en el programa El Gran Quilombo, de Consol Saenz, por Radio 3.

Acuñado medio en broma medio en serio, por el uruguayo Jorge Drexler, como un marco para la creación de canciones desde la Cuenca del Río de la Plata, el templadismo engloba una serie de neocantautores urbanos, como el argentino Lisandro Aristimuño, los brasileños Vitor Ramil y Paulinho Moska -a quienes hemos dedicado varios post sobre templadismo-, además del argentino estadounidense Kevin Johansen y los uruguayos Carlos Casacuberta y Ana Prada, entre otros.


Paulinho Moska
Aunque no responde a un movimiento formal o manifiesto, el templadismo ha ido calando como un término útil para caracterizar un sonido que evita las estridencias, combate estereotipos acerca de lo latino, se permite la melancolía, revindica la lírica, se apuntala en la electrónica y aborda sin purismos congelantes géneros folklóricos desde Río Grande do Sul de Brasil, hasta el Uruguay, pasando por las provincias argentinas de Entre Ríos, Santa Fé, Río Negro y la Pampa húmeda.

Sobre sus orígenes, sus búsquedas estéticas y matices, estaremos conversando mañana, desde las 8 p.m.
 

Aquí ya se puede escuchar la entrevista:



Y aquí dejo cuatro notas escritas anteriormente sobre algunos de sus exponentes:

miércoles, 6 de octubre de 2010

Le Butcherettes y El Mató a un Policía Motorizado
(El rock latino que saca a la luz el veranito europeo - y V)

Aunque el frío llegó engañoso, adelantándose para luego retroceder, el verano se desvanece y ya conviene cerrar esta serie sobre músicos de América Latina, que se han dado a conocer en España y Europa durante esta temporada de conciertos y festivales.

Lo hacemos con dos exponentes interesantes, que impactaron en sus presentaciones, pero que pasaron un poco más desapercibidos por los medios, a mi juicio en gran parte porque su sonido está más cercano al indie y lo alternativo, que a esas propuestas con toques ‘tropicales’ que el mercado de la música está acostumbrado a absorber como latinos.

Se trata, no obstante, de agrupaciones que sin apelar directamente al folklore o a ritmos populares de la región, sí logran una apropiación peculiar y contundente del rock, herederos de lo que ya puede considerarse una tradición o escuela específica de rock latinoamericano: el llamado ‘rock nacional’ de Argentina y México.

Le Butcherettes: rock carnicero y feminista


Si por su sonido se pensó que la agrupación mexicana Le Butcherettes desencajaría en el festival Sonar, su provocadora puesta cargada de simbolismos, enganchó hasta a los ‘electrónicos’ más sedientos de fiesta. “Sólo con el vestuario me ganaron”, dijo un asiduo, mientras otro tocaba en una guitarra imaginaria los acordes de su “rock carnicero”, como lo llama la histriónica líder, Teri Gender Bender, resaltando desde su propio nombre las connotaciones de la propuesta: retorcer con ironía conceptos estereotipados de género; ser carniceras antes que pedazos de carne.

Al escenario llegó con un vestidito estética de los 50, falda corta, sexy, muy femenino, mancillado por manchas de sangre. Con un plumero fue quitando el polvo, cual perfecta ama de casa, mientras tras la batería la observaba una suerte de marido enmascarado -Normandi Heuxdaflo- quien golpeó la caja, como si fuera una mesa mal servida, dando inicio a un impactante show de furia riot grrrl, toques de blues sucio y experimentación post-punk.
 

Creado en Guadalajara, inicialmente como dúo femenino, en su música no es difícil encontrar rastros del movimiento Riot Grrrl, Bikini Kill y cierta atracción escénica a lo PJ Harvey. Ahora radicada en México DF, Teri se presenta acompañada de baterista y bajista, ambos con máscaras de luchador, y una bailarina teclista, especie de clon en su lucha feminista dramatizada, donde no faltan los revolcones y bailes convulsionados, entre la sangre y los pedazos de carne cruda volando.
 


“El carnicismo es la parodia poética, donde el escenario representa el hogar, el estereotipo de la familia mexicana cliché”, nos explicó en una entrevista para la revista RockDeLux, que saldrá en la edición de noviembre. “Estoy yo y mi alter ego, luchando contra una sociedad que nos limita. Y está Normandi, enmascarado porque también carga con el peso de su rol”.

Generalmente escritas en inglés, sus canciones cuentan historias de mujeres, interpretadas entre la seducción y la acusación; cortas y enérgicas, melódicas y aún así cáusticas. “Tenemos una ideología feminista, pero del feminismo real, que es la lucha por la equidad total entre hombre y mujer, y el derecho a elegir fuera de los estereotipos”, aclaró Teri, ferviente lectora de Simone de Beauvoir, Silvia Plath, Bell Hooks y Christina Hoff Sommers.
 

Desde 2007 el grupo viene conquistando la escena independiente mexicana, hasta obtener, en 2009, dos premios Indie-O Music, como ‘mejor nuevo artista’, y ‘mejor álbum punk’, por su EP Kiss & Kill (2008). La revista mexicana Warp Magazine llegó a incluirlo en su lista “Los nuevos clásicos, las 30 bandas que cambiarán el futuro de la música”. 


Exageraciones aparte, este año, acompañó a los Yeah Yeah Yeahs en su gira por México y, como parte de la Red Bull Academy, participó en su edición de Londres y en el Sónar de Barcelona. 

Acogida por el guitarrista y productor de The Mars Volta, la agrupación se encuentra de gira por Estados Unidos, a punto de sacar su disco Sin Sin Sin, bajo la producción y sello de Omar Rodríguez López, y cuyo primer single Henry Don’t got love está disponible para descarga. En noviembre volverá a  Europa para la presentación del álbum, con el Omar Rodríguez Group.


El Mató a un Policía Motorizado: Distorsión melódica


Proveniente de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, ciudad que para muchos críticos alberga el movimiento de rock más independiente y con mayor identidad de Argentina –de allí vienen Virus y Los Redondos-, El Mató a un Policía Motorizado surgió en 2002, como un grupo de instituto, proyectándose y ganando espacios prácticamente sólo a través de medios alternativos.

Conformado por Santiago Barrionuevo (alias Santiago Motorizado, bajo y voz); Willy Ruiz (alias Doctora Muerte, batería) y los guitarristas Gustavo Mansalvo (alias Niño Elefante) y Manuel Sánchez (alias Pantro Puto), cultiva un característico sonido indie –y humor- suramericano, enmarcado dentro del punk rock y el noise, con fuertes guitarras distorsionadas en primer plano, pero cuidando también la melodía y las letras en temas que, aunque sencillos, llegan cargados de imágenes.
 

Con claras influencias de los Ramones, The Jesus and Mary Chain, Pixies y Sonic Youth, sus canciones tienen la fuerza sucia de la distorsión, aderezada con progresiones minimalistas, ritmos repetitivos y líneas melódicas bastante pegadizas. Un punk barrial de estética espacial y algo de Kraftwerk, si se quiere, aunque puede que a veces se extrañe mayores cambios de tema a tema.
 

Su disco debut homónimo salió en 2004, bajo el sello independiente Laptra, seguido por una trilogía de EPs que ilustran el ciclo de nacimiento, vida y muerte: Navidad de reserva (2005), Un millón de Euros (2006), y Día de los muertos (2008), su mejor producción hasta el momento, incluida en la lista de los 50 mejores discos de la década, según la revista Rolling Stone, Argentina.

Estuvieron en Barcelona como parte de la reducida representación latinoamericana en el Primavera Sound, junto con la magnífica agrupación brasileña Macaco Bong –quizá hablaremos de ella más adelante- y la chilena Javiera Mena. Luego partieron en una mini gira por diferentes locales de Madrid, Barcelona, Valencia, Gandía, Xativa. La edición de octubre de la revista RockDeLux incluye una nota respecto a su paso por España.
 

(Esta reseña es la última entrega de una serie sobre rock latino que se está conociendo en España y Europa, durante el verano de 2010)