viernes, 4 de septiembre de 2009

Comiquitas y música o cómo se inicia una melomanía

Esta semana, explorando la exposición El siglo del jazz –en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, hasta el 18 de octubre-, me topé con un viejo dibujo animado: "Three Little Bops", una versión de "Los Tres Cochinitos" totalmente jazzeada, no sólo por la música, sino por el twist picarón –o debería decir bebop- aplicado a la historia.

Dentro de la muestra vino muy bien para tratar el tema en cuestión: la influencia e impacto del jazz, no sólo en las artes e industria conexas a la música -como podría ser el diseño de carátulas a lo Mondrian- sino en todas las expresiones artísticas, incluyendo el cine y la televisión, la pintura o la fotografía.

Pero a mí, además de recordarme viajes y conciertos increíbles en Nueva York o Nueva Orleans y llenarme la cabeza de las melodías que he estado tarareando toda la semana, en esa sala la exposición me conectó con algo quizá más recóndito: con ciertos primeros encuentros con la música y con parte del inicio de mi melomanía, aunque en su momento no supiera de qué se trataba.

Hoy me gustaría compartir algunos de los dibujos animados que me capturaron de niña. No supe hasta mucho después el por qué de su encanto, y el impacto que tendrían en mí. Pero lo cierto es que aún hoy me resulta casi imposible no recordar algunas de estas imágenes al escuchar ciertos temas. Sirvan, pues, para reactivarse tras el vaporón veraniego.

The Sorcerer's Apprentice -Aprendiz de Brujo

Del gran clásico de Walt Disney, Fantasía, de 1940. Aunque prontamente aborrecí las pelis de Walt Disney y nunca me gustó Mickey Mouse, Fantasía es visual y musicalmente imperdible.




The Cat Concerto

The Hungarian Rhapsody No. 2 de Listz es una de las piezas que más se ha utilizado en dibujos animados. Fue interpretada por Bugs Bunny en “Rhapsody Rabbit”, dirigido por Friz Freleng en 1946. Pero yo la recuerdo siempre en “The Cat Concerto”, ganador de un premio de la Academia ese mismo año.




Rahpsody in blue

Fantasía 2000 no pertenece exactamente a mi niñez y, sin duda, la segunda parte del clásico no salió tan bien. El listón estaba demasiado alto para la actual Walt Disney. Sin embargo, no sé si por mi amor a Nueva York y a Gershwin, esta parte me pareció muy buena. Eso sí, en mi mente "Rahpsody in blue," como banda sonora de Nueva York, siempre será de Woddy Allen, en Manhattan.




Three Little Bops

Aunque "Three Little Bops" no estaba en mi catálogo original, fue el que disparó esta retahíla de remembranzas, así que viene bien de bonus track. Es de 1957, fue dirigido por Friz Freleng y cuenta con las voces de Stan Freberg y música del compositor y trompetista Shorty Rogers.