miércoles, 9 de mayo de 2007

Catando nuevos narradores: Rodrigo Blanco Calderón


Rodrigo Blanco Calderón (1981)
En librerías: Una larga fila de hombres (Monteávila Editores), De la urbe para el orbe (Antología de Alfa).
Reconocimientos: Ganador del Concurso para Autores Inéditos de Monte Ávila Editores, 2005; ganador del Concurso de Cuentos del diario El Nacional, 2006; receptor de menciones en los concursos de SACVEN y la Unión Latina.

-¿Consideras que actualmente existe en realidad una propuesta diferenciada de nuevas voces narrativas?
Habría que precisar qué se quiere decir con “una propuesta diferenciada de nuevas voces”. ¿Diferenciada entre sí como conjunto o diferenciada con respecto a las “propuestas” narrativas de décadas anteriores?

-Si es así, ¿qué distingue a estas nuevas voces?
-El rasgo más distintivo de este conjunto de nuevos narradores ha sido señalado en varias oportunidades: la recuperación de la anécdota. Tanto los cuentistas como los novelistas venezolanos contemporáneos hacen de la historia y la trama su principal preocupación. Quizás haya que preguntarse, más bien, por qué en algunos períodos de nuestra historia literaria los narradores le han dado la espalda a la anécdota…y a los lectores.

-En tu caso particular, ¿cuáles son tus búsquedas, tus estéticas? ¿Cómo podrías definir o caracterizar tu obra?
-Sólo tengo un libro publicado y, por lo tanto, hablar en mi caso de “obra” es excesivo. En todo caso, no sé y no me interesa mucho definirla. Mis búsquedas son las de cualquier narrador: yo busco una buena historia para contarla. Una historia que atrape de principio a fin al lector. Las coordenadas estéticas me las dan mis autores favoritos, a los que uno, consciente o inconscientemente, está siempre mandándoles cartas: Ricardo Piglia, Fernando Vallejo, Roberto Bolaño, (Francisco) Massiani, (Rómulo) Gallegos, (Mario) Vargas Llosa y un largo etcétera.

-¿Cuáles crees son las principales barreras para desarrollarse como escritor?
-La barrera principal de un escritor, sea exitoso o fracasado, siempre es la misma, me parece: el lenguaje. Escribir es tratar de domesticar un monstruo que lo termina dominando a uno. Un monstruo que tiene tantas cabezas como palabras existen en el mundo. Hay, por supuesto, barreras más concretas como el aspecto laboral y económico. Los escritores deben robar parte de su vida diurna y utilitaria para poder escribir sus historias. Pero creo que aún teniendo todo el tiempo del mundo para escribir, la dificultad principal permanece intacta: el lenguaje.

-¿Crees que las editoriales están abiertas a las nuevas voces?
-Sí.

-¿Y la crítica?
-Creo que la crítica literaria no está abierta ni a las nuevas voces ni a las ya conocidas. No obstante, antes de echarle ese muerto a los críticos creo que habría que interpelar, en primer lugar, a los periódicos. Los periódicos venezolanos se han dedicado, con una constancia envidiable, a eliminar todos los espacios de discusión, difusión y ponderación de la literatura. Los han recortado poco a poco, pero de manera inflexible.

-Las editoriales últimamente han publicado muchas obras venezolanas, pero dedicadas a ensayos y grandes reportajes ¿Crees que hay posibilidades para el autor de ficción?
-No estoy de acuerdo con esa afirmación. ¿De dónde sacan eso de que aquí se privilegia el ensayo sobre la ficción? Con respecto a lo otro, sí creo que los narradores venezolanos tienen en este momento muchas más oportunidades de publicar sus libros que en décadas anteriores. La lucha tiene que ser ahora por lograr que nuestros libros brinquen la frontera y salgan al encuentro de los lectores de otros países. Esa es una tarea pendiente de las editoriales.

-¿Cuáles serían tus expectativas y necesidades para desarrollarte como escritor?
-Me gustaría que no me abandonara nunca la necesidad de escribir. Mientras sienta siempre ese impulso, está bien. La expectativa es que ojalá se mantenga este nivel de producción escritural y editorial, y que las editoriales refuercen el espaldarazo que ya nos están dando, promoviendo nuestra literatura en otros países.

-Recopilaciones de nuevas voces o encuentros como la Semana de la Narrativa a veces unen autores de distintas generaciones, a veces no tan nuevos y muy distintos. ¿Qué consideras positivo y negativo de estas iniciativas? ¿Qué sugerencias harías para mejorarlas?
-La verdad es que me pongo a pensar y no encuentro nada negativo en estas actividades. Creo que todo, en este sentido, es ganancia.

-Hablando en términos de acto creativo, ¿cuál crees ha sido tu mayor acierto y tu mayor error?
-Escribir.

-¿De qué viven las nuevas voces?
-Del tigreo en el mundo editorial. Artículos en publicaciones arbitradas, reseñas en revistas y periódicos, haciendo de corrector de algunas editoriales, leyendo bodrios o cosas magníficas para recomendar o no recomendar su publicación, y así. Por lo menos ése es mi caso.
-¿En qué estás trabajando actualmente?
-Desde hace casi tres años mi trabajo fijo es ser profesor universitario. Doy clases en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, que es igual a formar parte de la Cruz Roja o de un cuerpo de voluntarios: es algo que se hace por pura pasión...es, de hecho, como una versión actual de la Pasión. Uno atraviesa un calvario burocrático que te llama a desistir y uno solo continua, como el Cristo, por pura convicción.
-¿Cuál crees será el futuro de las nuevas voces?
-No sé. Muchas veces pienso en eso, en los 3 ó 4 escritores que sé que pueden darle a nuestra literatura grandes obras en unos pocos años. Pienso en eso y me da vértigo la posibilidad de que en realidad suceda. No sé cómo explicarlo.

[Entrevista realizada como parte de mi investigación para el reportaje Venezuela descubre nuevas voces narrativas, publicado en el diario El Mundo el 23 de abril.]

2 comentarios:

Jesús Nieves Montero dijo...

interesante (¿críptica?) la respuesta al mayor acierto y error creativo...

bueno, ya nos va quedando fleján solamente, así que esperamos...

salud!

j.

Julio Serrano Echeverría dijo...

Hola, te escribo desde Guatemala, soy editor y estoy colaborando en una antologia de jóvenes narradores latinoamericanos, ando localizando a rodrigo blanco, podrías ayudarme a localizarlo??