lunes, 22 de junio de 2009

Cuchillo en entrevista para la revista LaDosis:
“Al hipnótico filo del folk”

Hace unos meses escribía, en una serie titulada Música contundente para llevar, un post acerca de Cuchillo, un dúo que comenzó conquistando la escena catalana con minimalistas toques en directo, y que en 2008 terminó de erigirse como banda revelación en las listas españolas, gracias a un disco debut de inspiración retro y melodías revestidas de loops.

Oriundos de San Sebastián y Vigo, Israel Marco (Guitarra y voz) y Daniel Domínguez (batería) se conocieron en el emblemático Café Zurich de Barcelona -sí, no es cliché- para dar origen al grupo.

No lejos de allí me encontré con Israel, el compositor de la banda, para una entrevista de presentación a Venezuela, que se acaba de publicar en la edición #4 de la revista LaDosis, y que aquí reproduzco en versión ampliada.

Si de introducciones se trata, los medios y la crítica no dejan de ubicar a Cuchillo entre lo mejor y más fresco de la Península: 1er. Mejor Debut y 2do Mejor Disco Nacional de 2008, según Muzikalia; Mejor Disco Nacional para Go Mag; 4to Mejor Disco en el ranking de Scanner FM, y el 8vo. mejor según la revista Rockdelux.

Enlazando loops de guitarra, armonías de voz, baterías con distintas texturas y mucha percusión, han teloneado a grupos como Black Rebel Motorcycle Club, Damon & Naomi y Carla Bozulich, además de compartir escena con bandas amigas como The Black Angels y Magic Mirror.

Sus directos siempre sorprenden. Es difícil creer que lo envolvente de su sonido proviene de sólo dos músicos que experimentan con capas de guitarra, voz y batería. Y a la hora de definir su sonido no hay más remedio que acudir a una retahíla de referencias que van de la psicodelia británica y de la Costa Oeste de Estados Unidos, al krautrock alemán, el post-rock y el folk.

“Hay gente que dice que sonamos muy americano o británico, pero para ellos somos exóticos”, comenta divertido Israel, recordando la gira que los llevó de Tucson a Portland, pasando por el desierto de Joshua Tree, hasta San Francisco, Los Ángeles y Nueva York. A éstas y otras ciudades volverán al final del verano, luego de varios toques por España y Europa.

Este 17 de julio se presentarán en la Plaça del Rei, en el marco del Festival Grec 09, junto con Bèstia Ferida y DJ Manu González. Y ya están debatiendo sobre lo que será su próximo disco que, según prometen, seguirá al filo de las clasificaciones.

-Cuando se habla de Cuchillo se menciona desde Popul Voh, hasta Syd Barret, la Velvet Underground y The Byrds. Aunque pueden ser odiosas las clasificaciones, ¿cómo se presentarían a Venezuela?

Para mí siempre es muy difícil clasificar, porque es la música que hago y debería hablar por sí sola. Además, clasificar no es mi trabajo (risas)… pero diría que es un rock muy abierto, con un punto muy hipnótico y también un mimo a la canción, por lo cual podríamos decir que también tiene una raíz pop. Es más como un rock fronterizo hipnótico experimental, con pinceladas de folk.

-En Cuchillo puede percibirse claramente una raíz de psicodelia. ¿Qué cosas han tomado de los 60 y 70 y cuáles serían los aportes que los ubican en la actualidad?


De los 60 está sobre todo la psicodelia a nivel de apertura y de dejarte llevar por lo que es la canción. Y de los 70 está la parte más experimental del rock europeo, el krautrock alemán y el vuelo de cuando llegaron las nuevas tecnologías. Es un rock alejado de la raíz del blues, con progresiones muy largas y un esquema de canción distinto, porque no es verso-estribillo-verso-estribillo, sino que vuela un poco más. De ahí viene la parte más hipnótica y ambiental.

-¿Y lo actual vendría dado por el uso de loops y las nuevas tecn
ología que, entre otras cosas, es lo que les permite sonar como una banda siendo sólo dos?

Claro, es el uso de loops, pero también viene de intentar sonar a nosotros mismos, que somos de ahora, por lo tanto es música actual. Montar una banda de dos personas ahora es más fácil. Existen limitaciones, pero también es algo positivo, porque cuando son dos personas, te concentras en lo esencial. Buscas rellenar huecos, pero muchas veces no puedes, entonces lo dejas crudo y te vas más a la esencia de lo que es la melodía, de lo que es el sonido en sí y el vacío que puede haber en un dúo de batería, guitarra y voz. Creo que Cuchillo hace una música europea, con raíces americanas e inglesas, pero música europea española actual.

-Es curiosa la riqueza que logran entre los dos: melodías revestidas con varias capas de armonías
de voz y guitarra, percusión minimalista pero también envolvente. ¿Cómo hacen para que no se sienta un espacio vacío en el escenario, o para que ese vacío sea un valor?

Creo que el punto es que la canción manda, siempre va a un lugar, y creo que entre los dos lo conseguimos. La parte armónica y melódica, que es la que yo trabajo, con el motor de la canción, que puede estar en las guitarras y las texturas de batería de Dani, funcionan.

Hay músicos que se quieren lucir y te dicen “yo quiero meter este redoble que me sale de puta madre”. Y uno: “pero tío, la canción no quiere ese redoble”. Dani, en cambio, no sólo tiene un oído excelente sino muchísimo gusto. Sus baterías son muy ambientales, con mucha percusión, muchas texturas. No suele haber ritmos clásicos de bombo, charles, caja.

Es una cosa coja, pero en el buen sentido, como puede ser la Velvet Underground, que es sólo un timbal y una pandereta. A veces no necesitas más. La lucha es conseguir un ambiente a partir de esos vacíos. En directo todo es mucho más visceral, te dejas llevar por el sentimiento del momento y por la canción. Realmente en directo es donde más disfrutamos. Al entrar al estudio, depende de cada canción, pero intentamos mantener la esencia de dúo. Lógicamente metemos más arreglos e instrumentos, porque tratamos de forma distinta al estudio y al directo.

-Aunque te remites a la canción, su sonido no se parece al de los grupos pop español actual, ni por la instrumentación, ni por la forma de cantar. ¿Qué buscas con tu voz?


La voz yo la trato como un instrumento más. En la mayoría de los temas hay una línea de guitarra que es la línea melódica, y lo que hago es trabajarla también con la voz. Se crea una especie de dúo entre la guitarra y la voz. Eso me viene, no sólo porque me gusta como suena de esa manera, sino porque en mucha de la música que escucho, Los Beatles y Robert Wyatt, por ejemplo, funciona así.

En la música africana pasa lo mismo. Ésa es mi influencia vocal. Algo parecido sucede con las letras, también están muy ligadas a lo musical. Está el mensaje, pero siempre viene dado por el efecto de la música en mí. Rara vez he escrito una canción a partir de la letra, siempre empiezo por la música.

-La influencia
africana no es tan evidente, ¿qué escuchas de África?

Un montón de cosas. De lo actual me gusta Tinariwen, que es un grupo tuareg asentado en Mali. Tiene un poco la raíz del blues, de la mano de Ali Farka Touré, pero siempre manteniendo ese punto hipnótico, sobre todo en las guitarras. Es una música muy de desierto. Escucho “funk” africano como puede ser Fela Kuti o un montón de grupos de Ghana; había mucha escena en los setenta. Escucho el neo-reggae de la rumba congoleña.

-¿Y de acá de
España?

Mmmm… me gustan algunas canciones de Nacho Vegas. Hay cantautores que me gustan, pero no hay nada que realmente me capture en todos los discos, sino cosas puntuales. En cambio en el flamenco está Camarón o Paco de Lucía; no hay nada como eso. Y luego, más cerca de lo que hacemos, una banda que me gusta y de la cual sí soy muy fan son Los Brincos. Hicieron grandes canciones y sí me han influenciado mucho.

-¿De Latinoamérica?


Conozco cosas, pero sobre todo argentinas y brasileñas. Me encanta Caetano Veloso, el tropicalismo, Os Mutantes, Gilberto Gil, Vinicius de Moraes.

-¡Pero si todo es también de los 60 y 70!


(Risas). Claro, pues de los actuales conozco poco. Conozco de Argentina a Pescado Rabioso, que también es de los 70. De ahora el Kevin Johansen me gusta. Pero bueno, realmente no conozco mucho, y de venezolanos no conozco nada. Seguro tú me puedes ayudar en eso.

-Tus letras son mayormente en inglés. ¿También es por la sonoridad d
el idioma?

Para mí el idioma del rock es el inglés, de hecho la palabra es inglesa. Entonces casi por defecto compongo en inglés. Pero cada idioma tiene su clave. Hay veces en que por sonido me funciona mejor el inglés, y hay veces en que funciona mejor el castellano. Está en función de lo que uno quiere transmitir. Cada lengua tiene sus virtudes. La palabra amor en francés, tiene una connotación mucho más fuerte que love. En “Summertime in Sweden” hay dos versos en sueco. Y ahora estoy trabajando en una canción que posiblemente sea en francés. La lengua es también muy libre para mí.

-¿Cuál es el próximo reto, musicalmente hablando?


El próximo disco es un reto, porque va a ser distinto. Todo está yendo por un camino bastante más experimental. Será más ambiental, siempre con un respeto por la canción y el trabajo en la melodía, por lo que siempre va a estar ligado al rock y al pop, pero mucho más experimental.

No sé si habrá un sonido estrictamente psicodélico, quizá sí porque lo tengo en la sangre. Pero creo que la psicodelia estará más por conectar con el alma en un sentido musical, por dejarse llevar e ir hacia terrenos desconocidos, por experimentar cosas que sólo puedes hacer a través de la música.

Trabajaremos más con las sensaciones, ésa es la parte psicodélica que siempre va a existir, pero lo que viene tendrá un punto más oscuro. También va a ser difícil de catalogar, así que tendré que llevar mi lista de adjetivos para que los pongan en las notas de prensa (risas).

LaDosis #4

Presentada el pasado 14 de junio, ya está rodando por las calles de Caracas la edición #4 de la Revista LaDosis.

Un extenso reportaje sobre la Movida Acústica Urbana, el colectivo de ensambles instrumentales que viene renovando la música de raíz venezolana, ocupa la portada.

También se incluyen en esta entrega una cronología sobre el desarrollo del rock progresivo y sinfónico venezolano; notas sobre el bajista Oscar Fanega y el salsero Gerardo Rosales; entrevistas a Jorge Drexler, Zeta Bosio y la mencionada a Cuchillo, además de reseñas de conciertos, libros y discos, y otros análisis.

LaDosis se consigue gratuitamente en Discotiendas Esperanto, las universidades Católica Andrés Bello, Metropolitana, Santa María y Simón Bolívar, el Goethe-Institut Venezuela, la Alianza Francesa, el British Council, así como en distintos conciertos y eventos.

2 comentarios:

Lola Steiner dijo...

Y además, el chico este es bastante mono. :)

Francisco dijo...

Cuchillo es lo mejor que he escuchado de grupos españoles en mucho tiempo.
Bien por ellos ;-)