viernes, 12 de junio de 2009

Sonar 2009: Más cerca de África, más lejos de Latinoamérica


Sí hay algo que llama la atención del cartel del Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia de Barcelona, Sónar 2009, además de la escasez de divas, es la intensísima participación de artistas del Reino Unido y, en general, el perfil europeo del encuentro.

Tal como comentábamos en el anterior post (Sónar 2009: sondea lo emergente y recupera ancla electrónica), este año se ha querido dar palco a artistas emergentes, atendiendo así también a un público que se está renovando y quiere saber de nuevas generaciones de músicos.

La cosa es que, novatos o no, la mayoría sigue proviniendo de mercados asentados, cosa totalmente comprensible y que de cualquier manera no desmerece los esfuerzos por extender las fronteras.

Parece claro que el Sónar quiere ser cada vez más europeo. Aunque obviamente hay una participación estadounidense importante –este año además hubo dos eventos previos en Nueva York y Washington-, en su programación prácticamente la mitad de los artistas –y también del público- es del Reino Unido.

La tendencia es potenciada por el convenio existente entre Sónar y la BBC, con el espacio BBC Introducing, que ubica nuevos talentos para exponerlos en su showcase. Luego, además de los artistas españoles, hay una intervención significativa de Francia, Italia y hasta de los países nórdicos.

Sin embargo, la conexión entre España y Latinoamérica que hubo en algún momento y que en otras ediciones se pudo traducir en cierta representación, ha quedado reducida a una mínima expresión en el Sónar 2009.

En el cartel se incluye sólo a la mexicana Natalia Lafourcade, al colombiano El Santo y al venezolano Cardopusher, por cierto, el único latino que fue destacado en la rueda de prensa de presentación del festival, pero que cuenta con la ventaja de estar radicado en Barcelona.

La representación latinoamericana es tan exigua que, de hecho, sólo se mencionó en una nota de prensa titulada Nuevas Fronteras, que explicaba como el “Sónar 2009 amplia fronteras musicales en un programa que incluye a artistas de Congo, Siria, Sudáfrica, México, Colombia, Angola, Etiopía, Rusia, Venezuela o Singapur”.

Ciertamente resulta loable e interesantísima la exploración del “latido africano” que se comenzó el año pasado, al incluir a artistas como Buraka Som Sistema, que ahora repite, y Konono No. 1, que el año pasado se había quedado varado en Kinshasa, por problemas de visado, y que esta vez sí participará.

A ellos se agrega el jazzman etíope Mulatu Astatké, el nuevo exponente sudafricano del afro-house Culoe de Song y, de Siria, Omar Souleyman, un músico con treinta álbumes explorando la música tradicional, aprovechando elementos contemporáneos.



Sin embargo, resulta al menos irónico que la participación de América Latina haya quedado al mismo nivel de la de países que, más allá de su riqueza musical, históricamente no han tenido el intercambio musical y cultural -entre artistas e industria- que sí ha habido entre España y Latinoamérica. ¿Se ha perdido el interés, los puntos de contacto, o se cree que no hay la calidad suficiente?

Al final, pues, en momentos de integración europea parece que el Atlántico se ha vuelto bastante más ancho que en los tiempos de Colón.

Reseña post festival:

El sondeo al "latido africano" tuvo un éxito rotundo en el Sonar 2009. Al respecto escribimos otro post:

2 comentarios:

Luis dijo...

La verdad es que está bueno ver cosas nuevas, pero qué triste que casi no tengamos participación.
Menos mal que está el pana Cardopusher.
Luis, desde Valencia (Venezuela)

SUSANA FUNES dijo...

Pues sí, Luis, es una lástima que no haya más artistas latinoamericanos. No sé, quizá los canales se han perdido, quizá ahora no conozcan mucho, pero me parece raro. En todo caso, te cuento que hasta ahora he escuchado más angloparlantes en el público que cualquier otra cosa, incluso españoles. Es curioso.
Gracias por pasar y comentar.