lunes, 30 de agosto de 2010

Los Amparito: psicodelia electrónica a lo mariachi wave
(Rock latino que saca a la luz el veranito europeo II)

Cuando Carlos Pesina llegó al Sónar de Barcelona con su nuevo proyecto Los Amparito, caminó tímidamente hacia el frente de la carpa del Sónar Dome. Con actitud humilde colocó su portátil y, casi diminuto, se estiró para adornar la mesa con una colorida manta mexicana. No hacía falta: apenas comenzó a agregar capas a su esponjosa psicodelia electrónica, reveló perfectamente de dónde venía y por qué está captando la atención de músicos y dj’s en el mundo.

Los Amparito es un invernadero de suave, personal y evocadora psicodelia; un microclima donde se cultivan y recontextualizan sonidos de la música tradicional y popular de México y Latinoamérica, en una especie de tributo electrónico y avant garde, a artistas como la cantante folklórica Amparo Ochoa.

“Comencé usando casi únicamente fragmentos de su música, pero luego tomé cosas de Colombia, y últimamente incluyo hasta son jarocho”, comenta Pesina. Así ha incorporado jarana yucateca, huapango, banda y cumbia, incluyendo el curioso el subgénero psicodélico surgido en Monterrey, la cumbia rebajada, “cuando las cintas se tocaban en reproductores cuyas baterías iban perdiendo la carga”, explica divertido.

Si bien antes había generado cierto interés por el pop electrónico en 8 bits, que desarrollaba como Pepepe, o internándose como Pesina Siller en un ambient introspectivo; con Los Amparito, Pesina ha desarrollado lo que considero su más consistente y acabada propuesta.

Tomando elementos de diferentes botes de la cultura pop mexicana, los ritmos se entremezclan en una mullida nube sonora. Frases cantadas por Amparo Ochoa, líneas de mariachis y de otros músicos populares como Perez Prado, Mike Laure, Juancho Polo Valencia o Los Utrera, se hilvanan con riffs de psicodelia, extractos del pop de los 60, más otros guiños culturales, como los aplausos grabados en un discurso del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, incluidos en el tema “Por Medio de la Lectura”.


‘Huarache-gaze’ o ‘Mariachi-wave’, llama él jocosamente a su música, para referirse a esa mezcla como de shoegaze y música regional. “Creo los términos los inventó la banda María y José. En cierto sentido describe mi idea de hacer música notoriamente basada en la tradicional mexicana, pero llevada a las reverberaciones y psicodelia de otros estilos pop”, explica.

Más que zapatos sustituidos por huaraches –las sandalias trenzadas típicas mexicanas-, su ‘huarache-gaze’ se trata, pues, de un collage de sonidos locales y populares, como paisajes y texturas, con efectos y retroalimentación psicodélica. La tendencia, cultivada también por agrupaciones de Jalisco, Tijuana y Aguascalientes, como María y José, Los Macuanos, Capullo y Santos, ha ido ganando prominencia como una de las más frescas tendencias de la música electrónica.


En el caso de Los Amparito, blog de músicos y prensa especializada han comparado su propuesta con el trabajo de The Books, El Guincho y Atlas Sound, llegando incluso a  catalogarlo como la versión mexicana de Animal Collective -del cual, por cierto, ya ha hecho algún remix.

Exageraciones aparte, en México, los Indie-O Music Awards lo reconocieron este año como ‘mejor nuevo artista”. Destacó también entre las  actuaciones más interesante del South by Southwest (SXSW) de Austin. Y el programa MTV Iggy incluyó a Los Amparito en su lista “Bands We Like”, definiéndolo como “a mix of the fruity, light-hearted sample-collaging of The Books; the buggy, bizarre melodies of Of Montreal; and the fuzzed-out glo-fi of MTV IGGY favorite Toro Y Moi”.

-Analizando tu música, se siente que con Pesina Siller trabajas más ambient; Los Amparito tiene ese encuentro con el folklor, y Pepepe es más pop. ¿Pero cómo definirías más ampliamente cada proyecto?
-Con Pesina Siller hago las cosas más serias en cuanto a estética y cómo se escucha. Es más ambient instrospectivo, más IDM (Intelligent dance music). Una electrónica más para escuchar reposadamente, ambiental y totalmente digital, casi sin sampleos. Con Pepepe hago cosas más de 8 bits. Actualmente estoy trabajando con chachachá y acid. Es más pop electrónico; con su toque experimental, pero aplicado al pop, a veces con voces. Los Amparito es el más cerrado musicalmente: es música folklórica mexicana y latina, pero procesada electrónicamente con psicodelia. Tiene juegos de reverberación, atmósferas en vivo, todo este jugueteo con sonidos psicodélicos.


-Y si nos vamos por las influencias, ¿cuáles han marcado tus diferentes proyectos?
-Los Amparito está influenciado por mucha música repetitiva con reverberaciones: Aquaparque, El Guincho, Panda Bear, tal vez Broadcast y Taken By Trees. Lo de Pepepe es mucho más abierto a cualquier estilo pop, pero casi nunca purista. Entre  mis principales ídolos musicales están Uwe Schmidt, Matthew Herbert y Serge Gainsbourg. También Matmos, The Avalanches, Daedelus, etc. Pesina Siller tal vez está influenciado por Colleen, Autechre, Kit Clayton, Fennesz, Deadbeat, etc.

-Los Amparito se llama así en honor a la cantautora mexicana, o por los Lonches Amparito (especie de sándwiches de diferentes tipos de carne y queso, con aguacate y chile jalapeño, que venden en un localcito en su originaria Jalisco)?
-Por ambos… (risas). Había estado usando fragmentos de Amparo Ochoa para hacer música y me gustó el nombre de los lonches. Es raro y curioso que sean tan conocidos, aunque sólo sea un local pequeño. Tienes que hacer fila por al menos media hora para poder comprar.

-¿Y en qué se parece tu música a los Lonches Amparito?
-En que usamos la misma receta secreta para sazonar (risas).

-¿Cómo distinguirías tu trabajo respecto a otras propuestas de electrónica mexicana, que también incluyen sonidos tradicionales, como Nortec?
-Tenemos ideas similares en cuanto a las mezclas, pero no en lo estético. Creo que el aspecto cultural es similar: tomamos cosas y las hacemos electrónicas. Pero musicalmente, en cuanto cómo se escucha el producto, es totalmente diferente. Lo mío es un poco más pop, lo de ellos es más electrónica –vienen de la escuela del techno. Yo nunca he hecho música bailable 100%. La electrónica que yo hago es más para escucharse. También hay diferencias de generación.

-¿Cómo empezaste a hacer música? ¿Tocabas algún instrumento tradicional?
-Me gustaba la música desde niño e intenté aprender piano, guitarra, teclado, pero nada. Me desesperaba mucho que quisieran enseñarme a tocar música de otros, cuando lo que quería era hacer mis propios ruidos, aunque no fuera música como tal. Quería hacer grabaciones raras. Así que empecé a hacer como collages en cintas. Grababa ruidos y cosas, y luego, en secundaria, comencé a usar la computadora para hacer mi propia música con pedacitos de canciones.


-Hasta ahora has regalado tu música por Internet, ¿hay algún plan de sacar un disco como tal?
-Sí hay planes, pero nada concreto. He hablado con algunas disqueras, y se supone saldrá  un vinilo en Guadalajara. En todo caso, creo que ahorita no es algo tan necesario. Un disco es importante más por currículum que por otra cosa. Yo toda la música la regalo por Internet (a través de su blog odiolosjueves.tumblr.com). De repente hay remixes que salen en físico, pero no es lo común.

-¿De qué vives entonces?
-Mmmm no sé, de suerte (risas). Este año me lo he pasado viajando, y no sé exactamente cómo, pero todo es gracias a la música.

-¿Y musicalmente qué planes tienes para Los Amparito?
-Quiero invitar a más gente. Para grabaciones y toques en vivo me gusta incluir instrumentos. Varios músicos amigos han colaborado. Últimamente he estado tocando con Abigail Vasquez, una violinista y vocalista, y hace poco grabé varias colaboraciones con Jess Sylvester de Good Girls. Otros que colaboran en vivo y en estudio son Edgar Mota (Collateral Soundtrack), Rodrigo Vargas (Dat Roc) y Apache O'Raspi (bajista de Suave as Hell).

-En ocasiones has incluido a la cantante y guitarrista Cyané, ¿qué le aportan las voces a tu proyecto?
-La voz lo hace más pop y me gusta el pop. Escucho mucha música experimental, me gusta, me da ideas para pistas, para aplicarlas en otra cosa, pero siento que lo más completo es la música cantada. El canto le da una conexión con la gente. Eso es pop, la música que cualquiera puede escuchar. Y como yo no puedo cantar… 

-Has hecho remixes de Panda Bear y Animal Collective. ¿De quién más te gustaría remezclar?
-He hecho muchos remixes a músicos muy distintos. Como Los Amparito también he hecho remixes de Julieta Venegas, Carla Morrison, María y José, AM, y estoy haciendo uno de Antoine Reverb. Me gustaría hacer de Tickley Feather, Caribou, Taken by Trees y Broadcast.


-¿Hablando de la música en México, qué otros proyectos recomiendas?
-Los Macuanos, de Tijuana, San Diego. Hacen como cumbias y música mexicana, pero un poco más bailable y al mismo tiempo oscura. Capullo, de Aguas Calientes, que hacen merengue pop. Y María y José, de Tijuana, que es como un pop regional bien extraño.

-Todos los que nombraste tienen un componente folklórico. ¿Crees que esa sería la vía para poder proyectarse?
Sí, estamos en la misma onda y creo que en parte sí es la manera. Con Los Amparito me han salido varias invitaciones a festivales en México y en el extranjero, que no salían tan fácil con los otros proyectos. Es muy difícil que inviten a alguien a Europa, si hace más o menos lo mismo que hay acá. Pero si tienes algo distinto, les puede llamar la atención. Lo importante es hacer música nueva, algo diferente, aunque no sea regional.

No era la primera vez que Carlos Pesina visitaba Barcelona. En 2009 participó en la Red Bull Academy, donde entre las experimentaciones y encuentros terminó jugueteando en la reactable, el instrumento electrónico desarrollado en la Universidad Pompeu de Fabra. “Me grabaron y luego en México me decían: te vi tocando en una mesa con unos juguetitos. Bien chido”, recuerda. De aquí partía a Londres y Tokio, volvía a algunos toques en México, para luego visitar Suiza y quizá Madrid.


(Esta entrevista es la segunda entrega de una serie sobre rock latino que se está conociendo en España y Europa, durante el verano de 2010)