La nariz destrozada, el costado desvencijado… la imagen me hizo recordar otros ataques absurdos y patéticos.
Y no me refiero a antiguas revoluciones y manifestaciones iconoclastas ya superadas. Sino a hechos actuales, como la destrucción de las estatuas de Buda y obras de arte budista y preislámicas en Afganistán, y a otros, por desgracia, mucho más cercanos y cotidianos:
- El desvalijamiento de los Penetrables de Soto en el Teatro Teresa Carreño.
- El Alejandro Otero despojado de todas sus aspas en Plaza Venezuela.
- La quizá menos valorada artísticamente, pero también significativa, estatua de Cristóbal Colón, tumbada brutalmente a pedradas.
- La Fisicromía de Carlos Diez, en Plaza Venezuela, que de homenaje a Andrés Bello pasó a ser simple chatarra vendida por recogelatas.
- La escultura de La India en El Paraíso, saqueada de sus palmeras de bronce.
Dizque punks, recogelatas, talibanes... No me importan ni me gustan las etiquetas reduccionistas. Simplemente digo: ojalá el drak cobre vida y les escupa fuego a los vándalos.
5 comentarios:
y que las avispas evangélicas de juan luis guerra sean enviadas por Dios... y los piquen...
salud!
j.
Mejor no metamos a la religión aquí porque, a cuenta de dioses, ¡cuánto no ha pasado en la historia!
esperamos, entonces, entrada sobre el vínculo religión historia...
salud por la vida secular!
j.
Terrible cosa esta... de esas que uno no entenderá jamás... y estoy de acuerdo contigo: ojalá no sólo el drak sino todos los que han sido mutilados, "grafiteados", humillados lo hagan!!!!
¡Uyy que horror! no sabía esto ¿punks? Vándalos es lo que son.
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